viernes, 17 de mayo de 2013

segunda carta a Rajoy



En Sevilla a 17 de mayo de 2013

Señor Rajoy:

Le dice usted, por favor, de mi parte a la señora Cospedal, que se pregunta cómo es posible que no queramos cambiar un modelo educativo que ha dado como fruto un elevado índice de fracaso escolar y de paro juvenil, que no se equivoque, que sí queremos que cambie la educación en España. Lo que muchos no queremos es lo que ustedes proponen, cosa que en buena lógica, no retorciendo los argumentos, no implica necesariamente que nos guste lo que hay.
Y si puede, por favor, le dice usted a la señora Aguirre, que afirma que en educación “el único “recorte” es pasar de 18 a 21 horas de clase las que tiene que dar a la semana un profesor”, que si no se ha leído el Real Decreto-ley 14/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo. Allí  (artículo 3) dice que el aumento es a 20 horas, no a 21, (aunque ya había profesores a 21 horas) lo que supone menos profesores por centro.
Eso es un recorte.
También dice en su artículo 4 que
“En los centros docentes públicos, el nombramiento de funcionarios interinos por sustitución transitoria de los profesores titulares se producirá únicamente cuando hayan transcurrido diez días lectivos desde la situación que da origen a dicho nombramiento. El período de diez días lectivos previo al nombramiento del funcionario interino deberá ser atendido con los recursos del propio centro docente.”
Eso supone menos contratación de personal interino.
Eso es otro recorte.
No es solo que los profesores den más horas de clase, es que los centros disponen de menos personal para las mismas horas.
Y lo de que el periodo de diez días sea atendido con los recursos del propio centro, ya me dirán cómo en un centro de secundaria que tenga, por ejemplo, dos líneas de ESO, otras dos de Bachillerato y un par de Ciclos de Formación profesional, con los profesores a 21 horas. Si falta un profesor de secundaria ¿vamos a repartir a primera hora a los alumnos de 1º de bachillerato por las clases, a segunda hora a los de 4º A de la ESO, a tercera a los de 3ºB… y así todas las mañanas tres o cuatro o cinco horas durante diez días? ¡Lo que es hablar, y legislar, sin conocer cómo es un centro de enseñanza!
También es muy bonito el artículo 2 del Real Decreto, que habla de aumentar la ratio de alumnos en primaria y secundaria en un 20% cuando, por razones de limitación del gasto público, la Ley de Presupuestos Generales del Estado no autorice la incorporación de personal de nuevo ingreso mediante Oferta de Empleo Público o establezca, con carácter básico, una tasa de reposición de efectivos inferior al 50 por 100.
Ya no es solo que haya menos profesores, sino que los que queden además tendrán que atender más horas a más alumnos: hasta 36 en Secundaria y 42 en Bachillerato ¿Así es como se va a restablecer la autoridad del profesor?
Eso es otro recorte más.
La señora Aguirre cree que todos los que no estamos de acuerdo con la reforma educativa de su gobierno somos militantes de izquierdas aferrados a antiguos dogmas y defensores de políticas educativas que la práctica ha demostrado erróneas. Se equivoca, como la señora Cospedal. A mí hasta me han llegado a tildar de ser “de derechas” de tanto que criticaba al señor Rodríguez Zapatero. Que no, que no querer lo que ustedes proponen no significa que apoyemos lo que hay.
Mucha gente lo que quiere es una educación pública, laica, gratuita y de calidad, en toda la extensión del significado de esas cuatro palabras.


Felicidad Martínez-Pais Loscertales.



 Posdata: señor Moragas, por favor, que le llegue, que me gusta mucho cuando usted me responde, pero me gustaría más que lo viera el Presidente, y si no, quiten ustedes lo de “Escribir al presidente” de la página web y ponen mejor “Escribir al señor Moragas”.

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