¿Qué es el TDAH? Diagnóstico
e información sobre el TDAH
Traducido de http://www.additudemag.com/adhd/article/1572.html
(Las ilustraciones son de distintas fuentes de internet)
Un experto en TDAH y
dificultades de aprendizaje habla sobre la biología del TDAH y por qué a veces
es tan difícil diagnosticar y tratar los síntomas en niños.
En mis 40 años de psiquiatra de niños y adolescentes he tratado a cientos de menores. Con algunos
niños soy capaz de hacer una valoración rápida sobre el TDAH y establecer una
línea de tratamiento enseguida.
Con otros – más a menudo de lo que me gustaría – tengo que
decir a sus padres que no está claro cuál es el problema. No es que me falte
experiencia o habilidades para el diagnóstico. Es que la psiquiatría no está
tan avanzada como otras especialidades médicas.
Un pediatra puede hacer un cultivo de la garganta y decir
enseguida si el niño necesita antibióticos; el tratamiento adecuado sigue al
diagnóstico. Por el contrario los psiquiatras se ven abocados con frecuencia a
iniciar un tratamiento específico y luego a ocuparse de aclarar el
diagnóstico. Como suelo decir a los padres, tenemos que “apagar el fuego y
aclarar el humo antes de que podamos ver qué es lo que originó el incendio”.
Si un niño tiene problemas en el colegio, puede que
tenga un trastorno por déficit de atención (TDA o TDAH, la H significa "hiperactividad"), pero también es
posible que tenga alguna dificultad de aprendizaje, o una depresión, o
ansiedad. A veces lo que parece TDAH es resultado de tensiones familiares.
Si en este cuadro clínico tan complejo el TDAH parece tener
alguna participación, normalmente prescribo medicación para el TDAH. Si eso
resuelve el problema, fantástico. Pero en muchos casos, se necesita otra
intervención para los problemas académicos, emocionales o familiares que
persisten. Solo después de semanas o meses de tratamiento el cuadro clínico
completo se aclara.
A pesar de mis conocimientos clínicos entiendo la preocupación de los padres respecto a medicar a
sus niños. Me costó mucho decidir si
medicar a mi nieta, que padece TDAH. Finalmente decidimos que sí. Sin embargo
he constatado que los padres se sienten mejor si se les explica algo sobre los
neurotransmisores, las sustancias químicas que rigen el funcionamiento del cerebro.
Cómo trabajan los
neurotransmisores.
Antes de hablar sobre estas sustancias químicas tan
especiales, déjenme que les explique un poco de anatomía del cerebro.
Hay millones de células, las neuronas, estrechamente empaquetadas
en varias áreas del cerebro. Cada área es responsable de una función en
particular. Algunas áreas interactúan con el mundo exterior, interpretando lo
que vemos u oímos y las demás sensaciones que percibimos, para ayudarnos a
resolver qué hacer o decir. Otras áreas interactúan con nuestro mundo interior,
nuestro cuerpo, para regular las funciones de sus distintos órganos.
Para que estas áreas hagan su trabajo, deben estar ligadas
unas a otras mediante un extenso “cableado”. Por supuesto, no hay “cables” en
el cerebro, más bien se trata de miles y miles de “senderos” o circuitos
neurales, que llevan la información de unas áreas a otras.
Esa información se transmite a lo largo de los circuitos
gracias a la acción de los neurotransmisores (los científicos han identificado
unos 50 diferentes, y puede que haya hasta 200). Cada neurona produce pequeñas
cantidades de un neurotransmisor específico que es liberado en el espacio que
existe entre las neuronas (llamado sinapsis), y que estimula a la célula que le
sigue en el circuito y no a otras.
¿Cómo sabe ese neurotransmisor específico a qué célula en
concreto debe unirse cuando hay tantas otras cerca? Porque cada neurotransmisor
tiene una estructura molecular única – una “llave” – que la capacita para
unirse sólo con la neurona que tiene el correspondiente hueco receptor, o
“cerradura”. Cuando la llave encuentra la neurona que tiene la cerradura
apropiada, el neurotransmisor encaja y estimula a esa neurona.
Los científicos que estudian el cerebro han descubierto que
la escasez de determinados neurotransmisores está detrás de muchos desórdenes
habituales, incluyendo la ansiedad, la depresión, problemas de control de la
ira o el trastorno obsesivo-compulsivo.
El TDAH fue el primer
trastorno del que se supo que era resultado de la escasez de un neurotransmisor
específico, en este caso la noradrenalina, y el primer trastorno del que se
descubrió que responde a la medicación para corregir esa escasez. Como todos
los neurotransmisores, la noradrenalina se sintetiza en el cerebro. El
compononte básico que construye la molécula de noradrenalina es la dopa: esta
pequeña molécula se convierte en dopamina que, a su vez, se transforma en
noradrenalina.
Una asociación de cuatro
vías.
El TDAH parece que implica una actividad deficitaria de neurotransmisores
en cuatro áreas del cerebro:
.- El córtex frontal.
Esta área orquesta el funcionamiento de alto nivel: mantenimiento de la
atención, organización y funciones ejecutivas. Un déficit de noradrenalina
en esta área puede causar falta de atención, problemas de organización y/o mal
funcionamiento de las funciones ejecutivas.
.- El sistema límbico.
Esta área, situada en el interior del cerebro, regula nuestras emociones. Un
déficit en ella puede dar como rsultado inquietud, falta de atención, o
labilidad emocional.
.- Los ganglios basales. Estos circuitos
neuronales regulan la comunicación en el interior del cerebro. La información
de todas las áreas del cerebro pasa por los ganglios basales y de allí se envía
al lugar que le corresponda en el cerebro. Un déficit en los ganglios basales
puede hacer que se cortocircuite la información, dando como resultado la falta de
atención o la impulsividad.
.- El sistema
reticular. Es el principal sistema de transmisión entre los muchos senderos
que entran y salen del cerebro. Una deficiencia en él puede causar falta de
atención, impulsividad o hiperactividad.
Estas cuatro áreas interactúan entre sí, así que una
deficiencia en una de ellas puede causar problemas en las demás. El TDAH puede
ser el resultado de estos problemas.
Ensayo y error
No sabemos en qué área del cerebro está el origen de los
síntomas del TDAH. Ni podemos decir si el problema está en un déficit de
noradrenalina o de los compuestos químicos que la forman, dopa y dopamina. De modo que los médicos se
tienen que basar en la experiencia clínica para determinar qué medicación probar
con cada niño y qué dosis.
Algún día, cuando nuestro conocimiento del cerebro sea
mayor, el diagnóstico y el tratamiento del TDAH serán más precisos. En lugar de
diagnosticar simplemente TDAH y prescribir un estimulante, seremos capaces de
decir, “El TDAH de Billy está causado por un déficit de dopa en el córtex
frontal, así que necesita la medicina A”, o “Mary tiene un tipo de TDAH causado
por un déficit de dopamina en el sistema límbico, así que necesita la
medicación B”, o “José tiene TDAH causado por un déficit de noradrenalina en el
sistema reticular y necesita la medicación C”.
¿Qué es lo que hacen las medicinas para el TDAH? En términos
simples, elevan el nivel de noradrenalina en el cerebro. Los estimulantes
trabajan haciendo que el cerebro sintetice más noradrenalina; los no
estimulantes haciendo que tarde más en descomponerse. Cuando se alcanza el
nivel adecuado, el cerebro puede funcionar con normalidad y el individuo se
hace menos hiperactivo, inatento y/o impulsivo. Una vez que la medicina deja de
actuar, el nivel decae y vuelven los síntomas.
Y así llegamos a la conclusión. Espero que
ahora conozcan y comprendan mejor el cerebro humano. También espero que
entiendan mejor qué son los neurotransmisores y cómo están relacionados con el
TDAH.
En los años venideros, estoy seguro de que llegaremos a
entender más a fondo el TDAH y habrá nuevas medicinas que serán más efectivas
que las que tenemos ahora. No puedo esperar.
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