jueves, 17 de mayo de 2012

Más sobre TDAH, muy clarito.


¿Qué es el TDAH? Diagnóstico e información sobre el TDAH
(Las ilustraciones son de distintas fuentes de internet)

Un experto en TDAH y dificultades de aprendizaje habla sobre la biología del TDAH y por qué a veces es tan difícil diagnosticar y tratar los síntomas en niños.


En mis 40 años de psiquiatra de niños y adolescentes  he tratado a cientos de menores. Con algunos niños soy capaz de hacer una valoración rápida sobre el TDAH y establecer una línea de tratamiento enseguida.
Con otros – más a menudo de lo que me gustaría – tengo que decir a sus padres que no está claro cuál es el problema. No es que me falte experiencia o habilidades para el diagnóstico. Es que la psiquiatría no está tan avanzada como otras especialidades médicas.

Un pediatra puede hacer un cultivo de la garganta y decir enseguida si el niño necesita antibióticos; el tratamiento adecuado sigue al diagnóstico. Por el contrario los psiquiatras se ven abocados con frecuencia a iniciar un tratamiento específico y luego a ocuparse de aclarar el diagnóstico. Como suelo decir a los padres, tenemos que “apagar el fuego y aclarar el humo antes de que podamos ver qué es lo que originó el incendio”.

Si un niño tiene problemas en el colegio, puede que tenga un trastorno por déficit de atención (TDA o TDAH, la H significa "hiperactividad"), pero también es posible que tenga alguna dificultad de aprendizaje, o una depresión, o ansiedad. A veces lo que parece TDAH es resultado de tensiones familiares.

Si en este cuadro clínico tan complejo el TDAH parece tener alguna participación, normalmente prescribo medicación para el TDAH. Si eso resuelve el problema, fantástico. Pero en muchos casos, se necesita otra intervención para los problemas académicos, emocionales o familiares que persisten. Solo después de semanas o meses de tratamiento el cuadro clínico completo se aclara.

A pesar de mis conocimientos clínicos entiendo la preocupación de los padres respecto a medicar a sus niños. Me costó mucho decidir si medicar a mi nieta, que padece TDAH. Finalmente decidimos que sí. Sin embargo he constatado que los padres se sienten mejor si se les explica algo sobre los neurotransmisores, las sustancias químicas que rigen el funcionamiento del cerebro.

Cómo trabajan los neurotransmisores.

Antes de hablar sobre estas sustancias químicas tan especiales, déjenme que les explique un poco de anatomía del cerebro.

Hay millones de células, las neuronas, estrechamente empaquetadas en varias áreas del cerebro. Cada área es responsable de una función en particular. Algunas áreas interactúan con el mundo exterior, interpretando lo que vemos u oímos y las demás sensaciones que percibimos, para ayudarnos a resolver qué hacer o decir. Otras áreas interactúan con nuestro mundo interior, nuestro cuerpo, para regular las funciones de sus distintos órganos.
Para que estas áreas hagan su trabajo, deben estar ligadas unas a otras mediante un extenso “cableado”. Por supuesto, no hay “cables” en el cerebro, más bien se trata de miles y miles de “senderos” o circuitos neurales, que llevan la información de unas áreas a otras.

Esa información se transmite a lo largo de los circuitos gracias a la acción de los neurotransmisores (los científicos han identificado unos 50 diferentes, y puede que haya hasta 200). Cada neurona produce pequeñas cantidades de un neurotransmisor específico que es liberado en el espacio que existe entre las neuronas (llamado sinapsis), y que estimula a la célula que le sigue en el circuito y no a otras.


¿Cómo sabe ese neurotransmisor específico a qué célula en concreto debe unirse cuando hay tantas otras cerca? Porque cada neurotransmisor tiene una estructura molecular única – una “llave” – que la capacita para unirse sólo con la neurona que tiene el correspondiente hueco receptor, o “cerradura”. Cuando la llave encuentra la neurona que tiene la cerradura apropiada, el neurotransmisor encaja y estimula a esa neurona.

Escasez de neurotransmisores

Los científicos que estudian el cerebro han descubierto que la escasez de determinados neurotransmisores está detrás de muchos desórdenes habituales, incluyendo la ansiedad, la depresión, problemas de control de la ira o el trastorno obsesivo-compulsivo.

El TDAH  fue el primer trastorno del que se supo que era resultado de la escasez de un neurotransmisor específico, en este caso la noradrenalina, y el primer trastorno del que se descubrió que responde a la medicación para corregir esa escasez. Como todos los neurotransmisores, la noradrenalina se sintetiza en el cerebro. El compononte básico que construye la molécula de noradrenalina es la dopa: esta pequeña molécula se convierte en dopamina que, a su vez, se transforma en noradrenalina.

Una asociación de cuatro vías.

El TDAH parece que implica una actividad deficitaria de neurotransmisores en cuatro áreas del cerebro:

.- El córtex frontal. Esta área orquesta el funcionamiento de alto nivel: mantenimiento de la atención, organización y funciones ejecutivas. Un déficit de noradrenalina en esta área puede causar falta de atención, problemas de organización y/o mal funcionamiento de las funciones ejecutivas.

.- El sistema límbico. Esta área, situada en el interior del cerebro, regula nuestras emociones. Un déficit en ella puede dar como rsultado inquietud, falta de atención, o labilidad emocional.

 .- Los ganglios basales. Estos circuitos neuronales regulan la comunicación en el interior del cerebro. La información de todas las áreas del cerebro pasa por los ganglios basales y de allí se envía al lugar que le corresponda en el cerebro. Un déficit en los ganglios basales puede hacer que se cortocircuite la información, dando como resultado la falta de atención o la impulsividad.

.- El sistema reticular. Es el principal sistema de transmisión entre los muchos senderos que entran y salen del cerebro. Una deficiencia en él puede causar falta de atención, impulsividad o hiperactividad.

Estas cuatro áreas interactúan entre sí, así que una deficiencia en una de ellas puede causar problemas en las demás. El TDAH puede ser el resultado de estos problemas.

Ensayo y  error

No sabemos en qué área del cerebro está el origen de los síntomas del TDAH. Ni podemos decir si el problema está en un déficit de noradrenalina o de los compuestos químicos que la forman,  dopa y dopamina. De modo que los médicos se tienen que basar en la experiencia clínica para determinar qué medicación probar con cada niño y qué dosis.

Algún día, cuando nuestro conocimiento del cerebro sea mayor, el diagnóstico y el tratamiento del TDAH serán más precisos. En lugar de diagnosticar simplemente TDAH y prescribir un estimulante, seremos capaces de decir, “El TDAH de Billy está causado por un déficit de dopa en el córtex frontal, así que necesita la medicina A”, o “Mary tiene un tipo de TDAH causado por un déficit de dopamina en el sistema límbico, así que necesita la medicación B”, o “José tiene TDAH causado por un déficit de noradrenalina en el sistema reticular y necesita la medicación C”.

¿Qué es lo que hacen las medicinas para el TDAH? En términos simples, elevan el nivel de noradrenalina en el cerebro. Los estimulantes trabajan haciendo que el cerebro sintetice más noradrenalina; los no estimulantes haciendo que tarde más en descomponerse. Cuando se alcanza el nivel adecuado, el cerebro puede funcionar con normalidad y el individuo se hace menos hiperactivo, inatento y/o impulsivo. Una vez que la medicina deja de actuar, el nivel decae y vuelven los síntomas.

Y así llegamos a la conclusión. Espero que ahora conozcan y comprendan mejor el cerebro humano. También espero que entiendan mejor qué son los neurotransmisores y cómo están relacionados con el TDAH.

En los años venideros, estoy seguro de que llegaremos a entender más a fondo el TDAH y habrá nuevas medicinas que serán más efectivas que las que tenemos ahora. No puedo esperar.

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